lunes, 24 de marzo de 2014

Ciencia, Tecnología y Sociedad


Desde la llamada revolución de la ciencia moderna en el siglo XVII y la posterior revolución industrial a finales del siglo XVIII, la ciencia y la tecnología, juegan ya un papel fundamental en la sociedad contemporánea. La tecnociencia desarrollada por el capitalismo se hace cada vez más omnipresente y la interacción con el mundo cultural y la sociedad en general resulta ya del todo evidente. 

Cuando se habla de una revolución tecnológica, a menudo se hace referencia a los cambios, más o menos radicales, en la forma de vivir que comporta la utilización de nuevos artefactos tecnológicos. En nuestros días, dos grandes ámbitos parecen dominar este campo de la actividad humana con toda clase de promesas de innovaciones por venir: las biotecnologías y las infotecnologías o, si se quiere, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).

Hace pocos años, dos noticias que, con toda lógica, ocuparon bastantes días las páginas de los diarios: 


en febrero de 1997 supimos de la clonación de un mamífero: la oveja Dolly. 

En mayo del mismo año, un ordenador, Deep Blue, ganó por primera vez un campeonato mundial de ajedrez.







IMPACTO SOCIAL DE LA TECNOCIENCIA

La ciencia (la parte más teórica de la tecnociencia) cambia nuestra manera de ver el mundo, mientras que la tecnología (la parte de la tecnociencia que fabrica artefactos) cambia más directamente nuestra manera de vivir el mundo. Sea como sea, los impactos sociales son más evidentes en el caso de la tecnología que cuando hablamos de la ciencia pura.

Por ejemplo, Galileo, cuando utilizó el telescopio, para observar el cielo, descubrió, entre otras cosas, las lunas de Júpiter y los cráteres de nuestra Luna. Esto acabó confirmando la visión cosmológica copernicana con los planetas que se mueven alrededor del Sol y no, según quería Tolomeo, todos los astros girando alrededor de una Tierra que mantenía con falso orgullo el supuesto papel de centro del universo.


Aun cuando este descubrimiento fue un gran cambio y produjo una grave sacudida en la visión que el ser humano tenía de su posición en el universo, la realidad es que la vida cotidiana de la gente no cambió en absoluto. De hecho, después de Galileo la gente trabajaba igual, utilizaba las mismas herramientas y comía y dormía igual que antes. La vida de cada día no resultó alterada, tan solo cambió la viva imagen que de sí mismo y del universo tenía el ser humano. Un descubrimiento tan importante como éste, mientras queda restringido al ámbito del conocimiento científico teórico, afecta básicamente a la forma de ver el mundo, pero no a la forma de vivirla.

No ocurre así con la tecnología. Por lo general, cualquier nuevo artefacto que tenga éxito altera de alguna manera la forma como hacemos las cosas. Por ejemplo, en nuestra sociedad occidental industrializada, el automóvil y el avión han cambiado en menos de cien años nuestra percepción de las distancias y nuestra movilidad real; las telecomunicaciones nos permiten saber ahora mismo lo que ocurre en el otro extremo del mundo; la televisión nos trae a casa, en el mismo momento en que ocurren, espectáculos e información de todas partes; o, más simplemente, el microondas nos permite levantarnos cada día diez minutos más tarde porque calienta el vaso de leche del desayuno más deprisa. 

La tecnología altera realmente nuestra manera de hacer las cosas de cada día y la forma de vivir en el mundo.

Fuente:
Miquel Barceló
Càtedra UNESCO de Sostenibilidad. Universidad Politécnica de Catalunya
blog lsi.upc.edu



Actividad: Mira el video "Influencia de la tecnología en la sociedad" y responde las preguntas que aparecen al final.

Influencia de la tecnología en la sociedad

1. En el video aparecen tres frases sobre la tecnología y la sociedad, cópielas en tu cuaderno.
2. Escribe dos impactos negativos de la tecnología en la sociedad y que son nombrados en el video.
3. Cúal es la conclusioón final del video?